Aprendí a leer a los tres, o cuatro años, no recuerdo con exactitud, en los tiempos donde no existía Internet, ni la tecnología regulaba nuestras vidas. Gracias a mi tío Carlitos, zapatero y policía, y a los dueños de las casas que mi vieja limpiaba, llegaron a mí ejemplares de las revistas de Editorial Columba.
Alamo Jim, un vaquero simpático y carismático, surgió en la revista Fantasía, para luego tener su propio comic book. Creado por Chingolo Casalla, fue guionado por Carlos Albiac, Julio Alvarez Cao (Roque Guinart), Luis Franco, Ray Collins (Eugenio Zappietro), Guillermo Saccomanno, Eugenio Mandrini, y Jerry Mc Kinlay, quien en realidad es Jorge Claudio Morhain, a quien no le gusta que lo llamen maestro.
Este humilde homenaje, guionado por quien escribe estas líneas, e ilustrado por el genio Virginio Cacciolatti, va dirigido a esos grandes autores y dibujantes de la historieta argentina, que sigue vigente como nunca y que generaciones enteras gracias a estos cuadritos y viñetas aprendieron a leer y conocieron de historia.
Ojalá que la sorpresa le gane a la mediocridad, y alguno de los guionistas de Alamo Jim, recoja el guante, y continúe con la epopeya de escribir sobre las andanzas de este cowboy que no para de meterse en líos todo el tiempo en el lejano Oeste.
Por lo pronto, podemos disfrutar de sus aventuras en www.kioscoteca.com un sitio de mi creación, para fanáticos de la historieta argentina, como yo. Un abrazo para todos, y disfruten de este singular personaje.
Mario Casalongue